Nuestro cerebro está acostumbrado a «grabar», pero no es capaz de almacenar todos los estímulos que recibe de la misma manera. Por lo tanto, hay algunos recuerdos que se olvidan con facilidad. Son los menos importantes o los que sirven para un fin muy concreto, que se disipan en poco tiempo. Para saber si se está produciendo un verdadero deterioro cognitivo, es necesario someterse a pruebas diagnósticas específicas. Aquí te mostramos qué puede causar problemas de memoria y concentración y qué remedios naturales son eficaces para evitarlos, en ausencia de enfermedades graves.
¿Tienes problemas de memoria? Podría ser el estrés
La enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson son las principales causas de los problemas de memoria en las personas mayores. Pero otros tipos de demencia, la depresión y las deficiencias nutricionales también las provocan.
Una mala alimentación puede, de hecho, empeorar nuestra memoria. Además, está la fatiga, la deshidratación, la medicación, el alcohol y el tabaco.
Los problemas de memoria en los niños están causados por el TDAH, un trastorno neurológico que afecta a la concentración y el aprendizaje, pero que también se manifiesta con dificultades en la coordinación de movimientos y el lenguaje.
La afección también puede producirse en la edad adulta, pero es más rara. Otras causas de los problemas de memoria y concentración son los traumas y el estrés psicológico, que, según un estudio reciente, provocan un deterioro de la memoria a corto plazo.
Problemas de memoria y concentración: remedios naturales
El primer paso importante es mantener el peso bajo control. Según estudios realizados en grupos de animales, una reducción limitada de la cantidad de comida tendría beneficios en el sistema cardiovascular, en la formación de tejidos anormales y, por tanto, en el cerebro.
Igualmente importante es lo que se come. Una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras es básica para lograr todos los nutrientes, vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita.
Un sueño de calidad, una correcta hidratación y actividad física diaria también son primordiales. Sin olvidar la actividad cerebral específica, que puede mejorarse con técnicas de concentración y juegos como el sudoku, las damas y el ajedrez, los rompecabezas, la jardinería y las manualidades.