Puede encontrar peras en los supermercados durante todo el año, pero son más sabrosas en los meses de otoño. Dependiendo de la variedad, las peras pueden quedar ligeramente crujientes o muy blandas cuando están completamente maduras.
Las peras contienen buenas cantidades de vitamina A que pueden ayudar a mantener la piel y el cabello saludables.
La fruta contiene cobre, calcio, fósforo, manganeso y magnesio en cantidades significativas, todos los cuales juegan un papel crucial en la salud ósea. Estos minerales pueden ser necesarios en cantidades muy pequeñas, pero desempeñan un papel crucial para mantener los huesos fuertes.
Las peras son ricas en flavonoides y componentes antioxidantes. Las investigaciones ha demostrado que las propiedades antiinflamatorias de la pera ayudan a reducir la hinchazón y el dolor asociados con la inflamación.
Dado que la pera tiene un alto contenido de potasio, produce un impacto significativo en la salud del corazón. El potasio actúa como vasodilatador que ayuda a reducir la presión arterial.
Son una buena fuente de fibra y varios compuestos vegetales beneficiosos (fitoquímicos), incluidas las catequinas. También se encuentran en las manzanas y el cacao, las catequinas pueden ayudar a reducir la presión arterial actuando como vasodilatador, mejorar la salud de los vasos sanguíneos y disminuir los coágulos de sangre.
Las peras en rodajas combinan bien con nueces y queso para un tentempié saludable; también son buenas para añadirlas a las ensaladas de otoño. Para un postre sencillo, prueba las peras al horno con canela. Corta la fruta por la mitad y saca el corazón y las semilla. Coloca el lado cortado hacia arriba en una bandeja para hornear, espolvoree con canela y rocía con un poco de miel. Hornea a 350° durante unos 30 minutos o hasta que estén tiernos.